El Manchester City anda buscando portero que la toque, y muy bien, con los pies. Es una de las condiciones que ha impuesto Pep Guardiola a Txiki Begiristain para reforzar al equipo. El City cuenta con un meta muy contrastado, Joe Hart, pero tiene un problema: su juego de pies no está entre los mejores del mundo. Y dado el estilo que quiere imponer Guardiola en su nuevo equipo se impone la contratación de un portero que sí lo tenga.

Entre los guardametas que sí poseen esta cualidad están Manuel Neuer, a quien Pep conoce muy bien del Bayern de Múnich, y los azulgrana Marc-André ter Stegen y Claudio Bravo. Precisamente donde puede haber una grieta para poder sacar tajada es en la portería del Barça y en el City lo tienen claro.

Así, desde el entorno de Bravo se admite que ya ha habido contactos del club inglés con el agente del futbolista, Cristian Ogalde, y que incluso ha habido un sondeo hacia el FC Barcelona para ver cuál es la predisposición del Barça para vender al arquero chileno. Un interés sobre el que MD ya informó el pasado domingo.

Desde el club azulgrana se asegura a MD que predisposición a vender no hay ninguna porque la pretensión de los técnicos es mantener la exitosa dupla Bravo-Ter Stegen, Eso mismo fue lo que anunció el presidente Bartomeu en su rueda de prensa del pasado 30 de junio.

No obstante, lo que tiene claro el Barça es que no quiere vender bajo ningún concepto a Ter Stegen. El alemán tiene 24 años y es el portero del presente y del futuro del Barça. Bravo, en cambio, tiene 33 y es más un guardameta de presente que de futuro. El club azulgrana insiste en que desea mantener esta pareja, pero que si tiene que vender a uno será a Bravo por una cuestión no de calidad sino de edad. Y si lo vende será con dos condiciones: la primera, que sea el propio portero chileno el que lo pida; la segunda, que la oferta del club que quiera llevárselo del Barça, en este caso el City, sea lo suficientemente atractiva como para que la entidad azulgrana acceda a traspasarlo porque le conviene económicamente.

Desde el Barça se asegura a MD que ponen esa barrera económica en los 20 millones de euros , una cantidad muy elevada para un portero de 33 años. Es decir, que si fichar a Bravo se convierte en una cuestión de estado para Guardiola y el jugador lo acaba pidiendo el Barça cederá pero sólo si llega una oferta astronómica.