La pandilla Mara Salvatrucha (MS) es tan temida en El Salvador que las autoridades decidieron asignarle su propia prisión. En ese lío se metió el jugador uruguayo Sebastián Abreu después de que fuera presentado con el dorsal número 13 en el Santa Tecla Fútbol Club.

«La situación del número sí me la comentaron, pero como yo desconozco ese tipo de temas, argumenté que ha sido el número que me ha acompañado a lo largo de mis veintidós años de carrera como profesional», detalló Abreu.

La realidad es que el número es usado por la pandilla MS para definir territorios e identificar a sus adversarios del «Barrio 18». Por esa cuestión, algunos equipos de primera y segunda división retiraron ambos dorsales de sus listas.

«Si no puedo usar el 13 optaré por el 22, en representación de los clubes en los que he estado», manifestó el flamante refuerzo del Santa Tecla, quien buscó no generar polémica y ofreció ceder el número que lo acompañó desde 1995.

El presidente del Santa Tecla, José Vidal Hernández, informó: «Como junta directiva y de manera responsable le hemos comentado a Sebastián sobre la realidad que el país vive. Tenemos la plena confianza en que el fútbol une». Agregó que no hay que especular con el tema porque no se pretende dañar a nadie con el cambio de dorsal.

Los miembros de la Mara Salvatrucha son acusados de cometer diversos crímenes, como secuestros, asesinatos, violaciones, extorsiones y venta de armas y drogas.

Debido a la incidencia de este grupo en el país, un portavoz de la Primera División de la Federación Salvadoreña explicó que no está prohibido utilizar el número, pero que «simplemente se recomienda no hacerlo y es responsabilidad de cada equipo tomar una decisión».