Wayne Rooney ha dado a lo largo de su carrera varias muestras de su carácter, y en un clásico de Manchester se volvió a ver esa faceta.

Por un choque previo Rooney estaba sangrando por lo que tuvo que salir a que lo atendieran a la banda.

El cuerpo médico tenía una solución, colocarle unas ‘grapas’ en la cabeza que le permitan cerrar la herida de manera efectiva.

Las imágenes de este suceso ya han dado la vuelta al mundo.

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