Ayer se descubrió que tres de los jugadores que participaron del exitoso Sudamericano sub 17 para la Selección de Ecuador han tenido anomalías en sus identidades y son mayores de edad.

La primera pregunta que viene a la mente es, ¿se podría sancionar a Ecuador por el uso de estos jugadores? La responsabilidad debe recaer sobre quién trucó la documentación; deberían comprobar la intervención de la ‘FEF’ en esta falsificación, pero hay un antecedente: «los CACHIRULES de México».

Entre los años 1987 y 1988, México clasificó al mundial juvenil en Arabia, sin embargo, una investigación periodística informó que esa selección disputó el pre-mundial con algunos jugadores que rebasaban la edad límite. La FIFA había advertido a todas sus federaciones afiliadas que se sancionaría con penas muy severas a quienes alteraran las edades de sus jugadores para los torneos juveniles.

La Federación Mexicana de Fútbol llevó a cuatro futbolistas mayores de edad, lo que derivó en el castigo para todos los equipos aztecas por dos años de toda competencia oficial, y con la suspensión de por vida para los dirigentes de aquella época, encabezados por Rafael del Castillo y Héctor Antonio Pérez.

Debido a esto, la Federación de Futbol de Guatemala solicitó a la Concacaf una investigación a fondo para comprobar o descartar lo publicado. Luego de la investigación hecha por el salvadoreño José Flores, encargado de tal asunto y enviado por la Concacaf, el organismo regional determinó el 19 de mayo de 1988 sancionar a la selección juvenil por dos años, por lo que se perdió el boleto a la cita.

Los dirigentes nacionales fueron castigados de por vida luego del caso de los cuatro “cachirules” involucrados: José de la Fuente Guzmán, Gerardo Jiménez Cantú, José Luis Mata Santa Cruz y Aurelio Rivera Bueno, quienes rebasaban por dos, dos, cuatro y cinco años la edad límite permitida, de manera respectiva.

La Femexfut acudió a la FIFA apelando el castigo, sin embargo, FIFA lo ratificó, además de ampliarlo a todas las selecciones, incluida la mayor.

Así, México no pudo acudir al torneo juvenil en Arabia Saudita en 1989, a pesar de ganar el pre-mundial en Guatemala, y tampoco a los Juegos Olímpicos de Seoul 1988 y, desde luego, a las eliminatorias para la Copa del Mundo para mayores en Italia 1990.

Además de Rafael del Castillo y Héctor Antonio Pérez, fueron castigados de por vida de toda actividad, pero solamente en la zona que compete a Concacaf: Gerardo Gallegos, José de Jesús Álvarez Guzmán, Ramón Martínez, Manuel Aceves, Gilberto Morfín Salazar, Víctor Manuel González y Rafael Castellanos.