La modestísima selección de Micronesia fue humillada por Vanuatu (46-0) este martes en uno de los marcadores más abultados de la historia del fútbol internacional, en los Juegos del Pacífico (sub 23). Y tras esta vejación futbolística, el equipo que viste de azul o celeste pidió ayuda a la FIFA para mejorar y alcanzar su desarrollo.

Micronesia había perdido ya sus dos primeros partidos de grupo por 38-0 ante Fiji, y por 30-0 contra Tahití (país cuya selección adulta es la actual campeona de Oceanía). Es decir, recibió 114 tantos en tres encuentros.

El técnico australiano de Micronesia, Stan Foster, admitió que el último fue un partido de «niños contra hombres» y pidió a la FIFA que reconozca al equipo oficialmente y le dé un ránking, lo que según él abriría la puerta a una asistencia técnica.

«Espero que FIFA venga (a Micronesia) la próxima semana para una inspección y podamos afiliarnos a Asia», dijo Foster.

«Si lo hacen, nos permitirá atraer asistencia técnica y todo lo que vendrá con ello. Será un gran empujón», señaló.

El resultado del descanso era 24-0 y Vanuatu, 200 en el ránking de la FIFA, no bajó el ritmo en el segundo pese a las condiciones de humedad en que se disputa el torneo en Papúa Nueva Guinea.

El delantero de Vanuatu, Jean Kaltack, marcó 16 goles, colocándose como máximo goleador del torneo.

Los organizadores afirmaron que fue la victoria más abultada en la historia del fútbol internacional, superando ampliamente el triunfo de Australia por 31-0 sobre Samoa en 2001.

Pero Micronesia no es miembro de la FIFA y se trata de un torneo Sub-23 por lo que no entrará en los libros de los récords.

La buena noticia para la selección de Micronesia -un estado federado que abarca 607 pequeñas islas, cuya capital es Palikir y en donde la población total se estima en 111 mil habitantes- es que los organizadores de los Juegos del Pacífico afirmaron que los invitarán para la próxima edición del evento dentro de cuatro años.