A Lorenzo Schoonbaert le operaron 37 veces en los últimos 20 años y no por eso dejó de vivir hasta el último momento. Aficionado como el que más del Brujas, tenía un último deseo: disfrutar de un partido del equipo de su corazón.

Presenció una clara victoria del Brujas y la afición y los jugadores del club belga le dedicaron la victoria. Él mismo hizo, junto a su pequeña hija de siete años, el saque de honor antes del inicio del partido. Al final del mismo, ‘Lorre’ tuvo la oportunidad de conocer a los jugadores y hablar con ellos un buen rato.

No fue una victoria muy celebrada en el ‘Jan Breydel’. Los aficionados no vibraron como siempre pero Lorenzo pudo cumplir uno de sus sueños. El propio ‘Lorre’ aseguró que «ya puedo morir en paz. Mi último sueño se ha hecho realidad, será un buen recuerdo para mi hija.»

El día después del partido, a Lorenzo Schoonbaert le aplicaron una inyección letal que acabó con su vida. Su familia comunicó que «como él decía, tenemos que mirar hacia arriba. Fue valiente hasta el último minuto y disfrutó hasta el final de sus seres más queridos.»

 

FUENTE: Sport