Entre el 17 y 21 de diciembre el país estará entre dos colores: El amarillo o azul. Esos dos colores prevalecerán con una euforia mayor ya que Barcelona y Emelec definirán el campeonato en una finalísima de pronóstico reservado.

Es la primera vez que se recuerde que existe una final ida y vuelta por Campeonatos nacionales entre estos dos grandes del país y es por eso que es desde ya el clásico más determinante de la historia.

Los clásicos son un partido aparte, no es una exageración ni un lugar común sino una realidad, el hincha lo va a vivir de una forma tremenda donde estarán a un paso de la mejor situación posible en su historia o en la pesadilla que no será olvidada.

Lo importante es que pese a esto no sea excusa para generar conflictos, no hay mejor fiesta (así uno pierda) que la que se termina en paz.