La «baya mágica» es una planta frutal originaria de África Occidental que crece en climas tropicales, especialmente en países como Camerún o Gabón, que tiene la capacidad de volver dulce los alimentos amargos y agrios que se ingieren después de probarla. La «fruta milagrosa», cuyo nombre científico es synsepalum dulcificum, contiene una glicoproteína conocida como miraculina, mientras la fruta es consumida, la miraculina se esparce sobre toda la lengua y bloquea las partes que pueden reconocer los sabores amargos y agrios. El efecto de la miraculina dura de 30 a 60 minutos, tiempo en el cual los alimentos que se prueban saben con una dulzura añadida.

El Arsenal lo ganaba 3-0 a 30 minutos del final y termino dejándose empatar, un Liverpool plagado de suplentes pierde creyendo que al no anotar CR7 ha hecho un gran partido, el Manchester City cae en casa, araña solo un punto en su serie con el CSKA Moscú metiéndose en la menuda tarea de ganarle al Bayern y Roma para intentar alcanzar octavos. A duras penas el Chelsea medio saco la cara, cosecho un empate sobre el final del partido contra el Maribor, equipo al que debió vencer para asegurar su presencia en la siguiente ronda de la UEFA Champions League. Definitivamente la semana 4 en la fase de grupos del torneo de clubes más prestigioso del mundo fue la más amarga para los clubes ingleses.

Últimamente los representantes de la Premier decepcionan cuando deben cruzar el canal de la Mancha, con un desempeño muy pobre y alguno de ellos, hasta desatendiendo la competición continental para priorizar la liga local. El tema ya no se trata solo de la actitud inglesa, también es evidente que en Europa no se les teme o respeta tanto como si pasa en la isla y que más allá de sus costosas nóminas, los rivales de champions les compiten sin miedo y con un descaro que se acerca al irrespeto, cosa que no sucedía en otros tiempos.

La Premier es la liga más emocionante de los fines de semana, de eso no tengo duda, pero el nivel europeo de sus clubes en este preciso instante no es el mejor. A pesar de tener alineaciones con nombres de gran calidad, lucen apagados; sus equipos no tienen respuesta, reciben goles de principiante, cometen errores garrafales que cuestan puntos y en ocasiones partidos. Ahora mismo, la sensación que generan frente alcanzar la siguiente etapa es mas de incertidumbre que de certeza, matemáticamente la clasificación aun es posible pero con el rendimiento futbolístico enseñado realmente se torna bastante complicada de conseguir.

Ahora bien, el mensaje que envió el Liverpool esta semana fue claro, si alguno de estos oncenos (excepto el Chelsea, seguro clasifica y pelea al menos semifinal) queda tercero y debe ir a Europa League, no dudo que enfilara baterías hacia el campeonato local. El desprecio ingles por el segundo torneo es evidente, mientras en la champions siempre metieron al menos un finalista desde el 2005 hasta el 2012 (excepto 2009, Inter-Bayern) contrasta con su dedicación a la UEL donde no son finalistas desde 1984, ocasión en que el Tottenham venció al Anderlecht.

Desafortunadamente no hay miraculina futbolística, los equipos ingleses deberán trabajar muy duro para seguir vivos en Champions. Estos resultados dejan muy mal parada la Premier pero también considero que la feroz competencia interna, está canibalizando el desempeño fuera de la isla y socavando el prestigio ganado durante la década pasada. ¿Volverá la época dorada inglesa?