Arjen Robben, estrella de la selección holandesa de fútbol, decidió que sus hijos no viajen a verlo a Brasil 2014 por miedo a lo que les pudiera pasar durante su estancia en el país sudamericano.

«Las cosas no están tan calmadas como para poder decir: vamos a volar todos juntos allí diez días», explicó Robben en una entrevista publicada hoy en el diario alemán «tz».

El futbolista de 30 años está preparado para pasar mucho tiempo en el hotel entre partidos y entrenamientos durante el Mundial de fútbol que comienza mañana jueves.

«Salir fuera y pasear tranquilamente con una camiseta naranja es algo que podemos olvidar», aseguró el padre de tres hijos. Para el holandés del Bayern Múnich, el mundial de Brasil no será la última gran cita futbolística de su carrera. «No, para nada. Continuaré», declaró.