El Karsiyaka turco y el Lailapas griego terminarán hoy, como símbolo de hermandad entre ambos países, el encuentro que les enfrentó hace 84 años y que fue suspendido por el colegiado debido a una densa lluvia, cuando sólo habían transcurrido tres minutos de juego.

Era el 7 de diciembre de 1930 , cuando el Karsiyaka, equipo de Segunda en la ciudad turca de Esmirnay, y el Lailapas, histórica formación de la isla griega de Quíos, saltaron al terreno de juego en el estadio de este último equipo,pero la lluvia impidió su total disputa.

Se trataba, entonces, del primer enfrentamiento entre un equipo griego y uno turco, tras años de enemistad entre ambos países. Tuvo ya en la época una gran relevancia política como símbolo de hermanamiento.

Un espíritu que también domina el encuentro de hoy que, casi 84 años después, volverán a medirse en el estadio de Fafalio en Quíos, donde jugarán los 87 minutos restantes, según informa el Karsiyaka en su página oficial.

«Este partido simboliza la fraternidad entre los dos pueblos. Espero que cuente como un paso hacia unas mejores relaciones entre las dos partes», ha declarado al respecto Michael Kottakis, entrenador del equipo griego.

La iniciativa arrancó en 2006 cuando un grupo de jóvenes de Quíos descubrió la historia de aquel antiguo partido y pensó en su reanudación como modo de acercar a los pueblos de dos países cuyas relaciones han sido tradicionalmente tensas.

Desde la guerra greco-turca entre 1919 y 1922; los enfrentamientos por Chipre en las décadas de 1960 y 1970, los pogromos contra sus respectivas minorías y el conato de guerra que se vivió en 1996 por la disputa sobre un islote deshabitado.

Sin embargo, en 2006 ya no existía el club de fútbol Lailapas, por lo que los jóvenes de Quíos decidieron refundarlo en 2009 y, a partir de entonces, se establecieron los contactos para jugar lo que restaba del histórico partido de 1930.

Hoy, los jugadores vestirán camisetas inspiradas en las que se usaban hace 84 años y se espera que más de 1.000 seguidores turcos crucen desde Esmirna a la isla griega para vivir el histórico momento, relata el diario «Hürriyet».

Las entradas cuestan 5 euros y tras el partido se ofrecerá un concierto por parte de los músicos Dilek Koç, turca, y Gerasimos Andreatos, griego.

Al partido asistirán el embajador turco en Atenas, Kerim Uras, y representantes de las autoridades helenas. Los equipos planean jugar próximamente otro encuentro en Esmirna.