Después de dos años en el Anzhi ruso, el magnate Suleymov tuvo serios problemas económicos y tras cosechar muy malos resultados deportivos se le agotó la paciencia y decidió desprenderse de sus mejores futbolistas dejando también en la estacada a su principal estrella, el camerunés Eto’o, cuyo sueldo anual era de 20 millones de euros.

Eto’o se vio sin equipo y no tuvo más remedio que aceptar la oferta del Chelsea y firmó un contrato con el club inglés de apenas un año por unos 5 millones de euros.

Una disminución muy considerable para un jugador acostumbrado a vivir en casas de un millón de euros anuales de alquiler o en hoteles de 2500 euros la noche, a tener una gama multimillonaria y muy extensa de coches de lujo (Ferraris, Bentley, Bugatti-Veyron, Porsche, Lamborghini, Hummer, Aston Martin, Mercedes CL 500, Audi R8, Ford GT, etc), una colección de relojes valorada en varios millones de euros, así como joyas, piedras preciosas, más de 400 móviles, etc.

Tiene una riqueza valorada en aproximadamente 55 millones de dólares pero los dos años pasados en el Anzhi y por tanto en la poco competitiva liga rusa devaluaron considerablemente el valor de mercado de Eto’o (de los 40-45 millones de euros de hace un par de años cuando dejó el Inter a poco más de 10 actualmente) y por consiguiente también su salario y su valor comercial.

Así que no ha tenido más remedio que aceptar la oferta de un año por “sólo” 5 millones de euros anuales. La pregunta es: ¿podrá seguir manteniendo sus lujos? ¿Será feliz en el Chelsea? Esperemos que sí ya que siempre ha dejado muy claro que el dinero para él no es lo primero y que sólo es una parte del fútbol.