Erik Ortiz Cruz es un niño de 10 meses afectado de displasia cortical, un trastorno cerebral que le llega a provocar 30 ataques epilépticos por día. La única solución es una cirugía con la que extraer la porción anómala del cerebro. Cada prueba que se le hace cuesta 6.000 euros. Y el coste de la intervención quirúrgica que precisa es de 60.000 euros.

De ahí que el pueblo de Erik, Villaluenga de la Sagra (Toledo, España), se haya volcado para recaudar esa cantidad a través de puestos solidarios. El caso ha llegado a conocimiento de Cristiano. Un amigo del crack le pidió una camiseta y unas botas firmadas para hacer una subasta.

Cristiano no ha dudado en entregar ese material deportivo para que la familia pueda recaudar más dinero. Pero, además, el delantero se ha prestado a correr con el costo total de la intervención a la que será sometido Erik.