Sucedió ayer en Brasil por el Torneo estadual de Rio Grande Do Sul en el partido entre el Inter de Porto Alegre y el Novo Hamburgo.

Luiz Enrique, defensa del equipo Novo Hamburgo le pegó una patada criminal a un jugador del Inter, luego repitió la dosis y al final lanzó un codazo.

Lo más increíble de todo es que el árbitro solo le sacó una tarjeta amarilla.