Joseph Blatter escribió una columna en FIFA.com que provocó reacciones. En esencia, el máximo dirigente del fútbol expresó su guerra al teatro y a los piscineros en sus dos versiones: los que simulan faltas y aquellos que fingen lesiones para perder tiempo, ser atendidos y entrar inmediatamente al terreno de juego.

Lo llamativo es que Blatter instó a los árbitros a que, en el futuro, sancionen estas prácticas con tiempo, es decir, que los jugadores se queden en la banda unos minutos hasta que su club sea perjudicado en el resultado —le marquen un gol, por ejemplo—:

«Encuentro irritable cuando los jugadores medio muertos son atendidos y luego entran rápidamente en cuanto el juego se reanuda. El árbitro podría penalizarle hasta que esa desventaja se materialice de alguna forma». La idea no es fácilmente realizable y queda un poco en el aire, aunque la simple intención de Sepp Blatter dio lugar ayer a muchas reacciones.