Esta mañana EL CONFIDENCIAL ha revelado información respecto de la selección campeona del mundo y sus problemas a la interna, revelados en cancha tras el empate contra Finlandia.

La discusión entre Alvaro Arbeloa y Gerard Piqué ha invadido todos los medios ibéricos y ahora el reporte de EL CONFIDENCIAL, le pone la cereza al postre

AQUÍ EL TEXTO:

Nuevo distanciamiento. Algunos de los implicados dicen que definitivo. Del Bosque y los suyos pelean para que no sea así, pero el ambiente vuelve a estar enrarecido, viciado, algo que ya se pudo comprobar en el viaje a Doha de hace poco más de un mes. En esta ocasión la convivencia de una semana ha dejado en evidencia que Xabi Alonso y Arbeloa han formado una isla respecto al resto de internacionales, especialmente con los azulgrana. Reina, especialmente, y Albiol son los únicos puentes con los que conectan con el resto del grupo. La ausencia de Iker Casillas se ha dejado sentir, aunque la relación del capitán blanco y de la selección con el centrocampista tampoco es que atraviese un gran momento.

Del Bosque barruntaba algo y en la rueda de prensa del día en el que dio a conocer la lista para los dos partidos instó a «no pensar en tonterías y no volver al pasado». Intuía lo que se avecinaba y ahora intenta que la normalidad vuelva a presidir la convivencia, pero el empate de Gijón no ha ayudado en nada a que todo volviera a su cauce y que el interés de la selección española estuviera por encima de todo.

La escena vivida en el mismo césped de El Molinón entre Piqué y Arbeloa, reprochando el azulgrana al madridista que no hiciera bien la cobertura en el saque de esquina a favor de España y que fue el punto de partida del gol de la selección de Finlandia, fue una discusión más de las que pueden suceder sobre el terreno de juego, pero fue agria y tensa entre dos jugadores que tienen poco en común.

Lo peor no fue ese intercambio de palabras entre el lateral y el central, que llegó tras recibir un gol. Mensajes en redes sociales al margen, lo que de nuevo está levantando todo tipo de sospechas respecto a la relación que mantiene Arbeloa y Xabi Alonso con los azulgrana es el evidente alejamiento que los dos madridistas han tenido con el grupo en general y no sólo con los jugadores del Barcelona. Los menos habituales lo han notado y han trasladado a su entorno que la frialdad está presidiendo esta concentración.

El origen de este mirar cada uno hacia un lado por no decirse ciertas cosas a la cara nace en la ida del partido de Copa disputado entre Real Madrid y Barcelona y del que ya informó El Confidencial con motivo del amistoso ante Uruguay en Doha. Los jugadores del Barcelona creen que tanto Xabi como Arbeloa (identificados al máximo con Mourinho) despreciaron a Messi en repetidas ocasiones, faltando a la deportividad que había reinado en los últimos choques. La reacción del argentino no se hizo esperar y llegó nada más terminar el partido, justo cuando se cruzó con el lateral. Le reprochó su comportamiento con la mujer del lateral por testigo, sin venir a cuento.

Escenas de parking al margen, la relación volvió a quedar deteriorada y cada uno ha vuelto a tirar hacia su lado. El problema que se han encontrado los dos madridistas en esta ocasión es que el grupo se ha acercado más a los jugadores azulgrana, incluido Sergio Ramos, que está formando sociedad con Busquets. En más de una ocasión durante los seis días que llevan concentrados, aviones incluidos, se les ha visto solos, sin más compañía que la de Reina.

Si en anteriores ocasiones Xavi y Casillas fueron los jugadores que dieron el paso para normalizar la situación, la ausencia del portero hasta el martes, ha evitado que se hablen y se intenten despejar los problemas. No parece tener fácil arreglo, pero tal y como sucedió en 2011, la ambición del grupo vuelve a estar por encima de todo, algo que mañana puede quedar demostrado.