Los equipos de Guayaquil han debutado, uno de local y uno de visitante, uno jugando el mejor partido de la nueva temporada y el otro el más flojo pero a su manera «han ganado».

Tras ver los primeros noventa minutos de los del astillero podemos sacar conclusiones positivas y negativas en ambas instituciones, ya que ninguno tuvo un partido perfecto. Pero sin duda algo que esta y muy presente en ambas plantillas es la confianza de la actitud ganadora, no sólo quieren ganar, saben que pueden hacerlo y como deben hacerlo.

Recordemos que Nacional y Vélez son equipo importantes de su países, los uruguayos son campeones de la temporada en su país y los argentinos son los campeones del último torneo que se jugó en su tierra en el semestre pasado, no son equipos cualquiera, son equipos ganadores, con historia, que conocen la gloria.

Cuando hablamos de Barcelona en Libertadores, nuevamente tras 9 años de ausencia, es hablar de como un equipo no perdió la costumbre ni la grandeza en las citas importantes, la situación no le quedo corta, dominó el partido y a su rival. Barcelona demostró que tiene la actitud para explotar sus aptitudes (tocando y desbordando por los costados) y que puede ir a ganar en cualquier cancha, los toreros no se achican porque el mundo entero los esta viendo, les agrada la situación.

Pero a su vez no fue un equipo perfecto, los goles del rival de turno, como fue Nacional, tienen su mérito pero más que nada fueron grandes errores puntuales de la defensa canaria, no es que «el bolso» fue más que su rival en el segundo tiempo, simplemente supo aprovechar la desconcentración en jugadas puntuales de Perlaza, Paredes y Erazo para arañar un punto en su casa. En lo futbolístico los amarillos fueron más claros y fuertes que los nacionales pero con un arbitraje bastante malo para ambos lados, en espacial contra el visitante, el resultado no fue el que los de Costas querían pero no deja de ser positivo.

Los tres puntos no fueron de para los barcelonistas por errores de parte y parte, tanto en lo arbitral como en lo futbolístico. No sólo fue el mal arbitraje por lo que no ganó Barcelona sino porque el equipo de Costas no supo controlar el partido en la segunda mitad.

Mientras que los eléctricos jugaron en su casa, ellos supieron pasar por encima el nerviosismo de jugar contra el campeón argentino y candidato para ganar la copa, tras unos 20 minutos iniciales más que dubitativos. Tras ese momento el equipo mejoró y dominó, no por un segmento del partido sino durante los 90 minutos. Es cierto que Emelec no fue el equipo arrollador que presenta en el campeonato local pero se midió a una estructura más fuerte y difícil de quebrantar, así y todo «el ballet azul» fue más en todas las líneas y zonas, este equipo sabe a lo que juega y conoce como hacerle daño a su rival. Además que cuando ingresan los suplentes son soluciones para el equipo.

Lo negativo de este Emelec es que no mereció el 1-0, sino al menos un 3-0 por las distintas jugadas claras que no supo concretar, en el Capwell volvió el fantasma de la mala definición, tema que molesto a la hinchada.

Sin duda el astillero tiene grandes arqueros como Dreer y Banguera, defensas como Achilier y Erazo, además de más referentes a cada línea táctica. Estos jugadores tiene un gran nivel técnico en conjunto a que son guías, líderes de sus plantillas.

El Astillero demostró que no sólo juegan bien a nivel local sino a nivel continental, esto recién empieza pero es una confirmación que el nivel de los clubes ecuatorianos de la mano de su campeonato esta sin duda en el Top 5 de nuestro continente y que no es necesaria a la altura para que los equipos ecuatorianos consigan grandes resultados, estos equipos tiene fútbol en sus estructuras, hay mano de técnico y hambre de gloria.